martes, febrero 05, 2008

iPhone, yo primero

Las largas filas que hicieron los gringos para ser los primeros en comprar su iphone rayan en lo absurdo y en los límites de la frivolidad. Ver las imágenes de los primeros "afortundados" que pudieron comprar este artefacto me hizo recordar aquellas anécdotas de la época de la conquista cuando los nativos americanos se maravillaban con espejitos y demás baratijas. Obviamente el iphone no es cualquier baratija, pero me pregunto de qué manera puede un aparato como esos hacer feliz a una persona, mejorar su vida, o incluso cambiársela. El iphone es el colmo del consumismo inútil, algo absurdo.

1 comentario:

Beto Silva dijo...

Sólo una ardida clasemediera sin lana para ir al cine y apagar su iphone cuando las luces decrecen sería capaz de insinuar lo que tu dices en voz alta en este texto. ¡De veras que hay que tener ovarios, cinismo y muy poco presupuesto!