martes, febrero 05, 2008

Por los que no pueden defenderse


Imagina que estás un sábado en la tarde tirado en el sofá frente a la televisión, estás muy cómodo haciendo planes para la noche. Saldrás a divertirte, y quizá el domingo sea buena idea ir al cine, perfecto.
En eso, llega a tu casa la persona en quien más confías, tu novia, un amigo, tu mamá, tu hermano, quien sea.
De repente, esa persona te amordaza y te ata a una silla de manera que quedas completamente inmóvil e indefenso, y te dice:
“He estado pensando que con todo este rollo del calentamiento global, la contaminación, la creciente violencia, las balaceras, como que el mundo se está volviendo un lugar muy peligroso. Estoy convencido de que no podrás superarlo, eres muy débil, no sabrás defenderte, además no creo estar seguro de seguir queriéndote ni voy a estar ahí para protegerte, así que he decidido matarte para no hacerte la vida miserable”.
Tú, obviamente, no puedes defenderte, ni explicarle nada porque no puedes hablar ni moverte.
Tratarías de explicarle que él no tiene control sobre lo que va a pasar en el futuro. Pero no puedes.
Le dirías que tal vez te encuentres a otras personas que sí te quisieran. Pero no puedes.
Le dirías que hay mucha más gente que sí te apoyaría. Pero no puedes.
Le dirías que conseguirás los medios para sobrevivir. Pero no puedes.
Le dirías que sí es muy probable que sufras, pero que encontrarás la manera de salir adelante. Pero no puedes.
Le pedirías una oportunidad para demostrárselo. Pero no puedes.
Le dirías que aunque todo el mundo estuviera en tu contra, tú tienes el mismo derecho de existir.
Y todo eso lo sabes porque ya viviste, porque alguien te dio la oportunidad.
Piensa en la persona en quien más confías, ¿lo dejarías que te matara sin que pudieras defenderte? ¿Esa persona tendría derecho de decidir si vives o mueres?
Todos tenemos argumentos para defender nuestras vidas, y nosotros sí podemos hablar.
El aborto, más que una cuestión legal, es un asunto moral.
Nunca será válido como excusa para no complicarle la vida a la mujer, bajo el argumento de evitar que el bebé sufra en el futuro.
Uno jamás espera tener que enfrentar situaciones tan complejas, lo que sí sé es que nadie tiene derecho a decidir sobre la vida de otro.
La verdad, no importa si finalmente lo despenalizan, seguirá siendo un asesinato, legal, si quieres, pero un asesinato.
Un abuso sobre un ser indefenso.

1 comentario:

Unknown dijo...

Qué polares somos querida, a veces coincido contigo muy cañón, pero en otros temas, como en este, jamás entenderé tu punto de vista, no, no.

Además beibi... ¿una analogía? tú y yo sabemos que es un recurso típico de libro motivacional! yo mismo podría hacer una analogía que demostrara lo contrario... la haré!

Te quiero intensamente.