Una ciudad sin violencia

El pasado jueves 7 de febrero, una estación de radio local convocó a los meros meros encargados de la seguridad de Coahuila para una entrevista. Estaban reunidos en cabina Rosario Lomas, directora de la Policía Municipal de Saltillo, Fausto Destenave Kuri, titular de Seguridad Pública, así como Jesús Torres Charles, procurador del estado. Muy a gusto se realizaba la plática con Isabel Arvide sobre la delincuencia en el estado, que la policía esto y aquello, bla, bla, bla.
En una parte de la entrevista, una persona del público preguntó que si se consideraba a Saltillo como una ciudad libre de la delincuencia --pregunta por demás absurda luego de la ola de robos que se ha desatado, las brutales peleas entre pandilleros, por no mencionar la bronca de los narcosicarios, la balacera en el casino Caliente, etc, etc, hechos que hasta hace poco las autoridades consideraban actos aislados--. El caso es que Fausto Destenave tuvo la desfachatez de responder que la capital de Coahuila estaba libre de bandas de criminales, y más o menos, dijo: "Está bien que sí hay muchos asaltos, pero se realizan sin violencia, las personas no son directamente agredidas", o sea, que no le hace que nos roben, al cabo que no nos matan, ¿o qué?
Lo que no sabían los altos mandos es que minutos después de la misma entrevista, se realizaría un mega asalto a mano armada y con violencia en una joyería ubicada en un centro comercial. Los delincuentes ataron a la pobre empleada, que debió haberse muerto de miedo, y huyeron con un botín de casi 3 millones de pesos, cruzando por el mall, cuando todavía había niños y mayores en los pasillos, ¿eso es vivir libre de violencia?
Yo creo que no.